Wednesday, June 18, 2008

De corazón, muchas gracias.

Aunque he estado últimamente alejado de las celebraciones religiosas y los formalismos eclesiásticos, creo que debería agradecer a Dios por el día de hoy.

Este 18 de junio, día en que aumento el contador de años hasta 32, ha sido un día de sorpresas y emociones que se incrementaron con el pasar de las horas.

El día empezó con una larga secuencia de felicidades y buenos deseos a través de Facebook. Ex-colegas, amigos, ex-compañeros de colegio y de universidad, amigos de las comunidades salesianas en las que solía participar, mi esposa, mis hijos.

Un almuerzo especial en familia (gracias a la flexibilidad de poder trabajar desde casa algunos días), interesantes progresos en mi proyecto de tesis.

Continuó con la preparación de la celebración, con carteles, canciones de Happy Birthday en el incipiente inglés de Florencia, una tarjeta de felicidades de Sergio escrito en un poético e intenso inglés (que me sacaron las primeras lágrimas), un bordado de Maribel, todo su afecto.

Después, la sorpresa de la noche. Mi colegas de NIC Chile (aunque debería decir con toda propiedad amigos) se unieron a mi campaña "Una bicicleta para Sebastián" e hicieron mi sueño realidad: juntaron fondos y acordaron regalarme una bicicleta. En ese momento, mi voluntad se quebró y sin dilación rompí en llanto de emoción y de duda: ¿Qué hice yo para merecer tal nivel de afecto y consideración? ¿Qué mueve a mis amigos, de los cuales me separé hace más de un año, para realizar tal gesto por su propia voluntad? Debo admitir que lloré fuerte, como un niño, en los brazos de Maribel. Y al escribir esto las lágrimas de emoción vuelven a salir, porque sigo preguntándome si merezco tanto cariño.


Ahí estaban, con sus mensajes de saludo: Claudio Hidalgo, Jo Piquer (mi profe guía!), Cristián Rojas, Jorge Concha (eterno amigo), Edgardo Krell, José Urzúa, Eduardo Mercader, Mauricio Vergara, Fermín Uribe, Rodrigo Arenas, Hugo Salgado, Tomás Barros y Javier Bustos. Escribo sus nombres en este artículo público porque, aunque probablemente prefieren un menor perfil, siento que debo agradecerles por lo que han hecho. No es un asunto material, es un asunto de sentirse cerca de casa estando lejos.

Después de la sorpresa, una pequeña torta y el canto de ángeles de mis hijos y mi esposa. Luego, el saludo desde Chile de la familia que se quedó atrás: Mamá, Papá y hermana. Familia que se declara orgullosa por lo que hago, familia que extraña y que, si los juegos del destino no impiden, se recontraría prontamente.

Todo este cariño en este día especial para mí, me servirá como aliciente para terminar el desafío del año, que debería llevarme a Chile de visita en los próximos meses: la defensa de mi tesis de Magíster. Yo me declaro un hombre afortunado, pues ciertas alineaciones de los astros han permitido que me titulara, me casara con la mujer de toda mi vida, pudiera establecerme en mi casa, que luego dejaría para asumir desafíos personales y profesionales importantísimos. Soy un hombre agradecido y hoy, día de mi cumpleaños, me siento particularmente agradecido de Dios por las oportunidades. Esto es una señal para trabajar más y quejarse menos, como diría el gran Cacique José :)

Gracias a todos.

1 comment:

Unknown said...

Yo creo que el cariño no se merece, se gana. En vez de hacerte preguntas, mejor disfrutar los momentos gratos y sentir que a la distancia tienes gente dispuesta a ayudar en lo que se pueda.
Queremos ver las fotos del Sebastian en bicicleta nueva!