Tuesday, September 18, 2007

Paya por el 18

Celebro a mi patria
con empanada y vino
con mi hermosa esposa
y adorados hijos.
Y no estaría nada mal
para terminar la celebración
irse a la habitación
a gritar un "Viva Chile!"

Para celebrar nuestro primer 18 lejos de casa, Maribel se atrevió a hacer empanadas. Lo primero fue hacer el trabajo de buscar los nombres en inglés de los ingredientes (o bien los productos equivalentes). La harina y condimentos no fueron problemas, pero encontrar manteca fue un trabajo de escoger a ciegas que llevar. Junto con unas aceitunas en conserva, teníamos todo.

Y Maribel hizo sus empanadas y estaban muy sabrosas. Junto con un Cabernet Sauvignon Miguel Torres del 2000 que mi padre me envió via MaVex, celebramos juntos el cumpleaños de nuestro país, lejos de casa.

Viva Chile!

Sunday, September 16, 2007

El deporte como espectáculo


Hoy fuimos en familia a un partido de béisbol del equipo local "San Diego Padres" contra "San Francisco Giants". La motivación principal fue apoyar el centro de Padres del colegio de Sergio, que vendía los tickets con descuento.

En principio no íbamos con grandes expectativas (salvo Sergio, que sigue los partidos por televisión cuando puede y ha asimilado rápidamente las reglas del juego).

El partido era a las 1pm, así que tomamos un buen desayuno con pancakes (gracias Maribel por la delicia del domingo) y nos fuimos al Petco Park. Había estacionamiento en los alrededores por variados precios, desde $5 a $20. Llegamos al estadio y fue una experiencia ágil, Sergio recibió una polera de regalo (auspiciada por una empresa local de telefonía móvil) y pudimos palpar el ambiente: asistir al estadio es una actividad familiar, no de sólo los hombres como sería el fútbol en Chile. Se venían familias con niños pequeños y grandes, mujeres con sus hijos, hombres con sus hijos. Había un sector de bateo para niños y otro de juegos con butacas para ver el partido.

Mientras estabamos fuera de las gradas, se hacían concursos en el campo con los asistentes. Al caminar hacia nuestros asientos, se tocó el himno de los Estados Unidos: todos pararon lo que hacían, se levantaron de sus lugares, se sacaron sus gorras de beísbol y cantaron. Yo no soy muy pro-americano, pero quedé sorprendido por el respeto a sus signos patrios. Llegamos a nuestros asientos justo a tiempo para el comienzo del partido y a pesar de estar en el sector más alto teníamos una excelente vista del diamante.

La pantalla gigante, durante la realización del juego, mostraba estadísticas de los jugadores, quien bateaba, el número de bolas malas, strikes y out además del marcador. Entre cada "entrada" hubo algún juego o algo para hacer participar al público. En la tercera entrada de acercó un "padre" a animar el sector donde estábamos y regaló pelotas. Al final de 6a entrada, lanzaron poleras y pelotas desde la cancha. También se hicieron juegos con los hinchas, la típica cámara que muestra a los presentes, y la invitación a hacer ruido ("get louder", "make noise") que era medido por el ruidómetro en la pantalla principal.

A pesar del desayuno, el juego es largo (duró 2 horas y media), lo que nos llevó a probar un snack al más puro estilo americano: hot dog y coke. Demás esta decir que los "hot dog" aquí son un pan con una vienesa. Si quieres le echas ketckup, mostaza o cebolla.

Dentro de los asistentes había un batallón de los Marines con sus respectivos instructores. La gente se paró y los saludó con un ruidoso aplauso, de pie. Pensaba que si a un partido de fútbol llevan un grupo del ejército, la respuesta del público chileno no sería tán cálida (salvo en Calama, donde van usualmente, supongo). Eso nos llevó a pensar de que a pesar de la política, el pueblo en general ve en su Ejército un símbolo del país.

También pudimos ver un "home run" de Josh Bard en la 8a entrada!

El marcador final fue de 5-1 para los Padres, y quedamos con la sensación de un gran espectáculo. Me preguntaba si en Chile los partidos de fútbol podrían llegar a ser así, atrayendo a toda la familia.

Wednesday, September 12, 2007

Los hijos

Una de las razones por las cuales, como proyecto de familia, quisimos dejar Chile y viajar a un país anglosajón fue para permitir que mis hijos se hiciera bilingües. Al dejar Chilito, me decía que Sergio no tardaría más de 6 meses en poder comunicarse en inglés.

Ya cumpliendo una semana en clases, un par de cosas pasaron que me sorprendieron mucho. La primera, invitamos a Antonio a almorzar. Su hijo mayor, de cuatro años, habla español con los adultos e inglés con otros niños. Grande fue mi impresión al ver que le hablaba a Sergio en la lengua local y éste respondía en el mismo idioma sin problemas! Se pusieron a jugar PS2 y mi hijo le daba las indicaciones de los controles de lo más normal. Dado eso, yo le comento a Maribel y Antonio me replica diciendo: "Esta hablando bien tu hijo".
Otro punto relacionado es que es capaz de reírse con los chistes de las series de TV: ha visto tantas veces los capítulos que los entiende perfectamente y se da maña de traducirle a su madre, con lujo de detalles. Es tanta su confianza, que me traduce a mí las cosas!

Siguiendo con Sergio, ya se siente más comodo en clases y revisando su tarea de matemática, leía las instrucciones en inglés sin tener que traducirlas: su mente funciona en inglés.

La Flo es todo un caso. Como dice Maribel, es una vieja chica y todo lo repite. A veces anda contando en español, otras veces en inglés. Estamos preparando un "diccionario de Florencia" para que vean su léxico :)

Es muy emocionante ver a los hijos crecer y adaptarse.

El flojo

He estado cerca de ser linchado por tener mi blog abandonado. Y es cierto, me embalé trabajando y haciendo otras cosas y no he posteado. Pero ahora me pondré las pilas y haré un post por semana. Igual hay harto que hablar y comentar.

PS: Este post NO cuenta por esta semana :)